jueves, 18 de diciembre de 2014

#15 La magia de los Salvo



Por: Martina Morales y Ana Paula Narez




El Palacio Salvo es el edificio más representativo y simbólico de Uruguay por su arquitectura, simbología e historia. Se encuentra tanto en fotos como en postales, es lo primero y lo último que se ve desde el puerto de Montevideo. Pocos conocen la verdadera historia de aquellas personas que se encargaron de construirlo; La familia Salvo.


Construcción del Palacio

Los hermanos Angel, Lorenzo y Jose Salvo compraron el terreno por 650.000 pesos con la idea de construir un gran Hotel con las dimensiones y características similares al Palacio Barolo de Buenos Aires, su "hermano mellizo". Fue Mario Palanti, italiano, quien construyó ambas obras. Allí se econtraba anteriormente una reconocida confitería llamada La Giralda, lugar en donde se escuchó por primera vez La Cumparsita en 1917. Fue inaugurado el 12 de octubre de 1928, con 95 metros de altura y 27 pisos.

El "accidente"

José Salvo, uno de los empresarios hermanos, tenía dos hijas; una de ellas tenía problemas mentales. Ricardo Bonapelch, un joven muy humilde, se casó con la misma aprovechándose de sus condiciones, según dicen. El hombre había gastado la mayor parte de la fortuna de los Salvo en apuestas y juegos.

El 29 de abril, José salía del cine con tres amigas, como lo hacía habitualmente. Un auto, a contramano, lo atropelló y Salvo murió unos días después debido a las múltiples heridas. Posteriormente, se supo que fue Bonapelch quien contrató al conductor para poder quedarse con la herencia de José Salvo.

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